Emersión
Capítulo 1 DISTRITO DE MARINA, SAN FRANCISCO 15 DE JUNIO S ubí el volumen de la radio; Keila estaba viendo la televisión en el comedor y los gritos de júbilo del programa de citas me inquietaban. Yo hubiese querido poner Crónicas Vampíricas ; sin embargo, en esos momentos mis «dominios» consistían en guantes de látex verdes, estropajo, jabón, fregadero y un montón de platos y cubiertos sucios acumulados durante dos días enteros. Según la tablilla de tareas imantada a la nevera, ese sábado le tocaba a Keila hacer la cena y limpiar la cocina, no obstante, juró que me cambiaría el turno al día siguiente si esa noche ella quedaba libre. Mi padre, inocente de él, aceptó la propuesta, pero yo me negué en redondo. Vivir con Keila me había enseñado a no fiarme de ella, y menos de sus falsas promesas, pero acabé cediendo debido a la amenaza implícita de mi padre: ¿no me dijiste que hoy saldrías de fiesta? Pues esto tiene que estar limpio antes de que te marches, Arle